Teniendo en cuenta que en la mayoría de los casos, la participación de la familia es una expresión imprecisa pues abarca todo e incluye
desde la formación y educación en casa hasta el compromiso de los padres en las actividades
de la escuela. En esta categoría cabe, desde acudir a competencias deportivas, hasta realizar
entrevistas padres-profesores y asistir a cursos de formación permanentes de padres.
A lo largo de estos meses he evindeciado las siguientes limitaciones en la participación e implicación de la familia de Ángel:
- La participación se define de modo muy limitado, pues se incluye sólo su asistencia a algunas reuniones formales y se da muy poca importancia a las reuniones
que se establecen en casa entre padres e hijos.
- Existen bajas expectativas del personal escolar, se asume, por ejemplo, que las
familias monoparentales o de bajos ingresos económicos no serán capaces de dar el
apoyo y la orientación que requieren sus hijos.
- Escasa preparación del profesorado para involucrar a los padres en labores que
faciliten el aprendizaje académico.
- Obstáculos laborales dificultan que la familia tenga disponibilidad en los horarios que
requiere el personal de la escuela.
- Algunas actitudes o experiencias negativas pasadas en otros centros conducen a la familia a evitar el contacto
con el personal de la escuela.
Hoy en día, sabemos que los alumnos rinden más cuando padres y profesores
comprenden sus expectativas mutuas y se mantienen en contacto para hablar sobre hábitos
de aprendizaje, actitudes hacia el aprendizaje, interacciones sociales y progreso académico
de los niños. Esta comunicación entre
la escuela y la familia es más eficaz cuando fluye en ambas direcciones, y las escuelas
deberían distinguir entre los esfuerzos que se realizan para informar a los padres y los que se
hacen para ofrecerles oportunidades de comunicación (Redding, 2006).
Desde el departamente de orientación, se insiste en la interacción entre el profesorado y la familia del niño, asi como la participación de la misma en las diferentes actividades extraescolares y de formación.
La verdad es que hablamos de una familia desestructurada que presenta una organización, laboral y personal muy compleja, lo que dificulta la relación entre centro-familia.
Por otra parte se sigue informando al profesorado de la necesidad de implicar a las familias en los estudios, consiguiendo así un trabajo cooperativo y paralelo.
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